Por insignificante que sea un día de verano como otro cualquiera, la lluvia empezó a caer sin cesar, lo único que se me ocurrió fue comenzar a correr, la gente me miraba y yo simplemente sonreía, esa sencion única, por unos minutos deje de pensar… Sentir ese fresco de las gotas de lluvia que caian sobre mi, incluyendo mi cara, mi pelo, mi cuello… recordando cosas que creía olvidadas…