No
sé qué quieres ahora que ya me has olvidado, ahora que ya no tienes
una razón fuerte para quererme. Yo ya te he olvidado y tú me has
olvidado a mí. Resígnate a admitirlo, ya no eres nada sin mí. Yo
era el porqué de cada mañana aunque no te dieras cuenta. Ya lo
sabes, así que no me sonrías más a mis espaldas, y no me mires
cuando no te mire. Porque a veces te quiero y otras no, y a veces te
miró cuando no me miras y no te das cuenta. Me sonríes y yo quiero
sonreírte pero resultaría demasiado evidente. Lo evidentemente
evidente que es que te sigo queriendo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario